Si fuese yo un poco más endeble, mi moral la tendría blindada, no sería jamás mujeriego, y de alcohol, ¡nada de nada! Si estuviera algo más fornido, - ¡da miedo pensar en estol - bebería como un descosido... ¡pero sin féminas, por supuesto! Y si soy un varón normalito, ¿qué hago? ¿algún consejo? ¿Cómo a las mujeres evito? El alcohol, ¡cómo lo dejo!
© Oleg Shatrov. Traducción, 2012