Las guerras nos tenían hartos, también el hambre eterna, demasiadas promesas habíamos tragado. Entonces, nos cargamos al zar y luego aquel Gobierno1, porque su tiempo había terminado. Y si alguien, en algún lugar, guarda un afán, le queremos avisar por si acaso: nunca jamás vuestros tiempos volverán, ya nos ocuparemos, si se da el caso. No nos viene nada bien el mando pasajero: hoy, el Gobierno de los Soviets es el encumbrado. ¿Quién es provisional aquí? ¡Fuera2! ¡Venga, fuera! ¡Vuestro tiempo ha terminado!
1 Se refiere al Gobierno Provisional ruso que, tras la abdicación de Nicolás II en marzo de 1917, dirigió el país hasta el triunfo definitivo de los bolcheviques en otoño del mismo año.
2 «¿Quién es provisional aquí? ¡Fuera!»: cita del poema ¡Bien! de Vladímir Maiakovski. Es muy patente la influencia del último en esta obra de Vysotski, tanto en lo formal, como en el significado y el espíritu.

© Oleg Shatrov. Traducción, 2012